¿Porqué
siento
mariposas
en
el
estómago?.
¿Olvidaste
taparte
los
oídos
la
ultima
vez
que
fuiste
al
jardín
en
busca
de
rosas
y
regresaste
con
un
sapo
que
jurabas
que
te
había
hablado?
Es
más,
dijiste
que
te
había
contado
que
se
convertiría
en
un
príncipe
si
lo
besabas...
¿lo
besaste?
 
 
 
No, no 
quiso 
herirme 
lo 
juro,
yo
solo 
rodé 
hacia 
su 
puñal 
extendido,
él 
tenía 
los 
ojos 
tan cerrados,
yo 
en 
cambio 
de 
rabia 
estaba 
encendido,
si 
se 
termina 
todo 
ahora…
es 
mi 
culpa,
él 
solo 
se 
defendió…
yo 
en 
cambio 
lo 
ataque 
con 
la 
peor 
arma,
lo 
maté 
para 
siempre 
con 
mi 
olvido.
 
 
 
 
            
        
          
        
          
        
Paseo
matutino
antes 
de 
tiempo
en 
compañía 
de 
Ella 
que 
siempre 
me 
está
conmigo.
Con 
su
tristeza
en
la
mirada
reflejada
en
mi
cara.
Lágrimas
secas
invisibles
en
mis
ojos.
Acostado
encima
de
la
gran
roca
mirando
al
cielo
que
me
muestra
sus
estrellas.
Y
yo
como
un
niño
(que
no
entiende
que
los
deseos
se
le
piden
solo
a
las
estrellas
fugaces)
pido
el
mismo
deseo
en
cada
una
de
ellas.
Ella
al 
lado
mio
se
posa
a
cuidarme
el
sueño
mientras
huesos,
hierbas,
palos
y
piedras
parecen
cobrar
vida
para
intentar
espantarme.
Pero
en
la
mañana
no
amaneceré
en
mi
cama.
La gran
roca
donde
escribo
con
pintura
UV
"Aquí
están
guardadas
mis
debilidades"
Para
volver
por
ellas
cuando
ya
no
tenga
que
luchar
a
muerte
contra
mi
mismo.
 
 
 
            
        
          
        
          
        
Arranqué
de
raíz
los
restos
de
lo
que
quedó
dentro
de
mi
para
no
sentir
bien
o
mal.
Para
no
llorar
y
ahora
no
puedo
reír.
No
me
preguntes
si
aún
siento
lo
mismo
me
pregunto
yo
y
no
he
encontrado
la
respuesta.
 
 
 
El
sonido
de
las
olas
la
brisa
entre
mis
orejas
las
huellas
que
voy
dejando
en
la
arena
la
arena
entre
mis
dedos
mis pies
descalzos
caminando
la
línea
entre
las
olas
del
mar
y
la
arena.
Escucho
lo
que
me
dice
sonrío
modestamente
para
no
reír
y
piensen
que
río
solo.
Miro
a
mi
izquierda
las
palmeras
unas
señoras
tomando
el
sol
un
niño
y
su
cachorro
negro
con
un
cinto
rojo
en
el
cuello
colgando
una
medalla
corriendo
tras
los
pies
de
su
amo.
Miro
a
mi
izquierda..
aquí
estoy
cuéntame
las
historias
que
traen
tus
olas.
 
 
 
Como
niño
cuando
sabe 
que 
el
fuego 
ha 
quemado, 
sabe 
que 
da 
el 
calor, 
que 
espanta 
el
frío, 
pero 
quema 
y 
no 
se 
quiere 
quemar, 
entonces 
prefiere 
no 
acercarme. 
Así 
es 
mi 
amor 
como 
el 
fuego 
que 
quemó, 
que 
por 
poco 
me 
hace 
ceniza, 
pero 
me 
he 
librado 
de 
consumirme 
en 
él, 
entonces 
aunque 
sé 
que 
me 
ha 
brindado 
felicidad, 
quema, 
y 
no 
me 
quiero 
quemar, 
prefiero 
no 
acercarme, 
para 
no 
perder 
el 
sentido 
cuando 
ya 
esté 
hecho 
cenizas.