Los Besos No Se Piden, Se Roban

Los
besos
no
se
piden,
se
roban,
perdona
mi
desatino
si
alguna
vez
te
he
pedido
alguno.
Ya
sé
que
un
beso
en
respuesta
a
una
petición
no
sabrá
mejor
que
uno
que
te
robe
de
un
zarpazo.
Es
por
eso
quiero
robar
todos
tus
besos
que
te
queden
por
dar
y
si
para
eso
hay
que
convertirse
en
un
presario
de
tu
abrazo
sería
la
dicha
para
mi
porque
mientras
me
abraces
tendré
tiempo
para
robarte
otro
beso
tan
largo
como
mi
condena
por
ser
el
ladrón
de
tus
besos.